Almacenamiento para tarjetas
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Allí donde deban custodiarse de forma segura tarjetas de plástico con o sin banda magnética o chip, es recomendable el uso de tarjeteros de pared especiales. Estos se montan fácilmente en la pared y suelen alojar hasta diez tarjetas con chip. Naturalmente, para disponer del suficiente espacio de almacenamiento es posible montar varios tarjeteros de pared yuxtapuestos o superpuestos. Los tarjeteros son especialmente recomendables en lugares de trabajo con sistemas de registro de tiempo, donde los empleados dejan sus tarjetas al acceder al edificio. Además de esta opción existen otras posibilidades, p. ej., para mantener siempre a mano acreditaciones de visitantes, tarjetas sanitarias y en otras zonas restringidas, como los bastidores de ferias, eventos y conciertos.
No es nada aconsejable limitarse a tener una pila de tarjetas revueltas en la clásica caja de plástico. Por un lado, las tarjetas pueden sufrir daños durante el transporte, y además resulta difícil encontrar con rapidez la tarjeta de plástico buscada en una gran pilar de más de 100 tarjetas, por ejemplo para entregar tarjetas de acceso personalizadas con el nombre para una conferencia o un evento.
En estos casos, la mejor solución la ofrecen sin duda las cajas de almacenamiento especiales para tarjetas de plástico. Estas cajas de almacenamiento pueden albergar entre 70 y 100 tarjetas de plástico, que se insertan de pie en ranuras de plástico previstas al efecto. Al insertarlas, se evita que dos tarjetas se queden pegadas entre sí, con los consiguientes daños a la banda magnética o al chip. Además, de este modo todas las tarjetas están bien ordenadas y localizables de un vistazo. Al llegar los visitantes, estos solo tienen que dar su nombre y la tarjeta personalizada puede encontrarse en cuestión de segundos entre las tarjetas ordenadas alfabéticamente.
Las cajas de almacenamiento robustas y resistentes están diseñadas de modo que pueden cerrarse de forma segura en cualquier momento y transportarse mediante el asa integrada. Pero también prestan un buen servicio en empresas, asociaciones y otras instituciones, aunque no sea preciso llevarlas a ferias y eventos: por ejemplo, las acreditaciones de acceso no personalizadas para visitantes y huéspedes pueden guardarse a mano en cajas de almacenamiento situadas en un cajón o en un estante. Su disposición permite insertar fácilmente unos junto a otros vales de diferentes valores, para que el personal de la caja no pierda tiempo buscando. Una tapa protectora evita la acumulación de polvo sobre las tarjetas.
Las cajas de almacenamiento para tarjetas de plástico están adaptadas a las dimensiones estandarizadas de las tarjetas de crédito convencionales. Esta dimensiones se aplican también para la mayoría de tarjetas de plástico imprimibles, utilizadas, entre otros fines, para carnets de socio y de empleado, tarjetas de pago y similares. Gracias a su forma plana y estilizada, la caja de almacenamiento cabe en cualquier estante o cajón de escritorio.